miércoles, 27 de noviembre de 2013

Sur marcha al Rectorado por la democratización y la reforma de los estatutos.

Como se viene viviendo hace unos meses, la situación de división y quietismo del movimiento estudiantil se encuentra en una situación preocupante. 

Ya es una característica histórica de la política sectaria y testimonial de algunas agrupaciones de izquierda, pero ahora también de la misma FUBA en los últimos años. Allí se debaten en disputas internas en vez de la búsqueda de consensos que promuevan la unidad para la acción y la participación necesarias para empezar a avanzar de una vez por todas en las reivindicaciones que levantamos. Es urgente pasar de la declaración y el comunicado a un profundo movimiento de reconstrucción del movimiento estudiantil.
La marcha de hoy no tiene una consigna común que manifiesta abiertamente la unidad del movimiento estudiantil.
Una presidencia de la FUBA dice que marcha por lo que se voto en una asamblea por escaso margen y casi nula presencia de estudiantes no agrupados, que es exigir una asamblea universitaria con el voto de las cuatrocientas mil personas que integran la UBA.
Otra presidencia, que no comparte lo anterior, dice que marcha por lo que se voto en otra asamblea, de similares características y por escaso margen también, que es interrumpir la elección de rector sin más propuesta.
Claro que ninguna de estas cuestiones se debatió en el Congreso de la Federación (suspendido en diciembre de 2012 y realizado en abril de 2013 para "garantizar" el debate que luego no fue promovido). Tampoco estudiantes y docentes fueron consultados por la FUBA. Ni siquiera se abrieron comisiones de discusión entre las agrupaciones tanto desde los centros de estudiantes como federación para elaborar una propuesta común.
Pero lo que es cierto y cabe resaltar es que lo que agrupa esta movilización y que cuenta con una legitimidad construida es el reclamo por la democratización de la UBA y la necesidad de reformar los estatutos, proceso que quedó caduco a manos del rector saliente Hallú. No olvidemos que el actual rector de la UBA asumió ilegalmente por la intervención del gobierno nacional. Y ahora se preparan para un cambio de rector pero no de la política universitaria, como tampoco el gobierno parece hacerlo en tanto sostiene la LES menemista, el ajuste inflacionario y el clientelismo con las becas.
Por eso nuestro desafío es la democratización, no como un debate vacío. Sino como una superación de la representación estudiantil que a quedado caduca a casi cien años de la reforma del 18.
Nos queda todo por construir:
Vamos con responsabilidad, compromiso y unidad.
Vamos con alegre rebeldía, democratizar para transformar, por nuestros derechos.
Por una educación realmente y totalmente pública gratuita y de calidad. Por una universidad que se pinte de pueblo.
Hoy marchamos al rectorado!

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